¡Maldito Erasmus!
AVE: asociación de víctimas del Erasmus
Cosas como ésta y otros disparates se encuentran en Internet y en nuestro día a día, ideas que pretenden restar importancia a una iniciativa tan importante y loable como es el intercambio de estudiantes. Lo dice alguien que gracias a estos acuerdos entre universidades conoce gente de toda Europa, Estados Unidos, Canadá, Latinoamérica... es decir, las becas sirven para globalizarnos un poquito más, de acuerdo, pero también para descubrirnos que en el fondo somos así de iguales hayamos nacido en Wisconsin, Baracaldo, Barranquilla o Alicante. Y esto, como comprenderéis, es esencial para el desarrollo de nuestros jóvenes. En estos viajes, en esta experiencia conoces gente de otra edad, otra condición sexual, estrato social, con una religión e ideales que nada tienen que ver con los tuyos. Y no serán raras esas cenas internacionales donde compartas mesa con un argelino, dos japonesas, tres italianos (del norte y del sur), Julio y Javi (que son novios), un chaval parisino y un tío de 32 años de Louisiana, además de una griega de ascendencia keniata y una iraní, Zahra, de quien te enamorarás irremediablemente y que te romperá el corazón tres meses más tarde.
¿A quién le puedes echar la culpa de que te abran los ojos? ¿Eres culpable de descubrir que más allá de tu entorno habitual hay mil posibilidades que no te habías planteado? ¿O por replantearte toda tu vida? ¿Por romper con tu novio/a? La pareja que se queda en España estará todos esos meses con la mosca detrás de la oreja totalmente convencida de que estás follando con alguien de tu país Erasmus y que por eso la has olvidado, y dirán, ¡maldita Erasmus!, y te odiarán porque decidiste apostar por la experiencia más enriquecedora de tu vida, pero yo creo que esto, en cualquier caso, depende mucho de la pareja y de las personas. Lo cierto es que no conozco a ninguna pareja que haya sobrevivido a la Erasmus. Cierto es, no obstante, que muchas de estas parejas deciden cortar por lo sano y lo dejan antes de que empiece la Erasmus. Otras lo intentan y luego, en las vacaciones de Navidad, afrontan la crisis y cortan igualmente. Supongo que también las habrá que rompan después del año Erasmus.
Tened en cuenta, además, que en la actualidad prácticamente no existe la privacidad (demos las gracias a Canon y Facebook, así que habrá más de una pillada (y dos o tres) que revelen lo que está pasando en el miniverso Erasmus. Pero os puedo contar algo curioso, y es que conozco gente que se conoció durante mi Erasmus y, tres años después, siguen juntos. ¿Por qué si esta chica de Villaespesa y este chico de Regensburg están juntos (y se ven cada dos o tres meses) no lo vais a estar tu pareja y tú? Es sencillo: por la falta de confianza y por los prejuicios existentes con respecto a la Erasmus. Hay parejas que sobreviven a esto, estoy segurísimo, pero si no estáis seguros, dejadlo ya: pero no te prives ni prives a otra persona que lo convertirá en un mejor ser humano. Eso por descontado...
Mi novio se ha ido de Erasmus... puto gilipollas |
Adri:
ResponderEliminarPues yo conozco tres parejas que sí sobrevivieron al erasmus. A lo mejor porque el ser humano es un animal de costumbres, quien sabe.
Y lo de que el año erasmus es el mejor de tu vida, espero que en algunos casos no sea cierto, porque he conocido a un par de erasmus que aprovechar, aprovechar, no aprovecharon mucho la experiencia.
En fin cada caso es un mundo. Por cierto, yo fui de los que dejó el blog en enero, pero gracias a facebook, la gente siguió estando al día.