Koldo: una Erasmus I
Koldo nació en Irún, pero vive en
Barcelona. Estudia Ciencias Ambientales en la Autónoma y en unos meses se irá
de Erasmus. Él quería irse a Londres; siempre ha soñado con vivir en Londres.
Sin embargo, el destino que le han concedido es otro: Oxford. Nunca ha estado
en Oxford; de hecho, nunca ha estado en Inglaterra. Ha ido un par de veces a
Francia en coche con unos amigos de la carrera, pero nada más allá. El viaje de
fin de estudios fue a Canarias con todo el instituto, pero de eso hace mucho.
Tiene veintitrés años, melena por el hombro, un tatuaje en la nuca y un
pendiente de coco en la oreja izquierda. Hace tres meses, lo dejó con su novia.
A veces, de noche, se acuerda de ella y se pone triste. A veces, llora. Elisa
ya no quiere saber de él, y a menudo se la cruza por la facultad. Ojalá no se hubieran
conocido, pero ya es tarde. Ya lo conoce todo: su voz, su aliento por las
mañanas, su piel, su sexo, su piel, su piel, su piel.
Hay
cuatro chicos más en la universidad que se van a Oxford: Alberto, católico,
ingeniero, cordobés; el Joan, catalán de pro, antisistema, periodista en
ciernes; Marina, gironesa, rellenita, de pueblo, Empresariales; y Ruth, médico,
preciosa, melómana. Apenas los ha visto en alguna reunión. Han quedado por
correo electrónico para conocerse antes de que pase más tiempo. De momento, da
la sensación de que todos son majos, incluso de que tienen cosas en común. Es
maravilloso encontrar gente con la que encontrarse seguro fuera de casa, en un
país donde probablemente no conocerá a nadie. Koldo está convencido de que se
harán amigos y podrán buscar alojamiento juntos, de que Oxford será su pequeña
patria de los cinco.
Ya
ha ido a hablar con Maite, su coordinadora, con quien va a tener que negociar
las asignaturas que cursará en su universidad de destino. Es maja, espera que
no le dé muchos problemas. Ella lo ha puesto en contacto con estudiantes que ya
se han ido para que le aconsejen con respecto a la ciudad, el alojamiento, las
asignaturas y la vida en general. Supone que les escribirá cuando saque tiempo;
este año se está aplicando más que nunca porque teme que la Erasmus suponga una
pérdida de tiempo a nivel académico, y no puede permitirse más años con la
matrícula y el alquiler en Barcelona. También ha estado ya en Relaciones
Internacionales de la Autónoma para enterarse de todos los papeles que tiene
que hacer; de todos modos, la universidad convocó una reunión informativa para
todos los futuros becarios. Parece que va a convertirse en un experto
administrativo.
Hola! Me voy de Erasmus en febrero y he empezado a escribir un blog sobre la experiencia. Andaré muy pendiente del tuyo para coger buenos consejos :)
ResponderEliminarGracias, Alba. Lo mismo te digo, te enlazo en el blog :)
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