Dicen que cuando eres Erasmus, lo eres de por vida. Que el espíritu viajero te invade, que fue el mejor año de tu vida. Que te casarás con tu novia erasmus, que volverás a tu ciudad y que lo pasarás muy muy mal recordando todos los pequeños momentos que conformaron ese año. Espero que este blog te sirva de alguna ayuda. Mi erasmus fue ASÍ

sábado, 10 de julio de 2010

Ya estoy aquí... ¿y ahora qué?

Lo primero es llegar a casa. Recomendamos taxi como primer contacto con los nativos y modo sencillo de llegar al destino. Abrir la puerta, conocer al casero o encargado de la resi. Quedarse con la copla. Recordad que en todos los países hay normas y en todas las casas se cuecen habas. Pero esto es lo fácil. Entra en tu cuarto. Deja la puerta abierta: no quieres parecer antipático. Deshaz la maleta y coloca tus cosas en su sitio. La ropa en tu armario; la comida, en cualquier mueble de la cocina. Ya has hecho esto. Mira por la ventana qué tal el tiempo. Si hace frío, coge la chaqueta y sal con tu mapa recién adquirido o primorosamente organizado y estudiado antes durante horas en casa. Pregunta por el supermercado más cercano. Compra lo siguiente. Siempre hará falta:

-4 limones
-Sal
-Pimienta
-Vinagre
-Papel higiénico
-Detergente para la ropa
-Lavavajillas
-Pan de molde o algo similar (mira la fecha de caducidad)

lunes, 5 de julio de 2010

¿Españoles sí o españoles no?


Más allá de que uno se sienta más o menos español, que en definitiva es lo de menos, cuando uno se va de casa se siente un poquito más de su país, de su provincia, de su pueblo, incluso de su calle o de su padre y su madre. Es normal. A mí me dio por escuchar más música española de la que acostumbraba, aunque a cada cual lo suyo. No obstante, en un año como éste, con competiciones deportivas entre países, igual sí vale la pena dejarse llevar por la euforia patriótica y vacilar a todos los Erasmus a quienes España va dejando por los suelos. El año de mi Erasmus, a la vuelta, tuve que convivir con unos Erasmus de Florencia y recuerdo que se estaba jugando la Eurocopa y uno de los partidos más decisivos, no recuerdo si una semifinal, era precisamente un España-Italia, y estuvo chulo eso de luego poder restregarles en la cara su derrota.

En cualquier caso, mi opinión es clara: sólo vale la pena estar con españoles para sentirte en familia, aunque en realidad es una pérdida de tiempo, y lo dice uno que se pasó su Erasmus rodeado de españoles y no se arrepiente de ello, pero sinceramente, si te vas a un país, qué menos que practicar el idioma, las costumbres y demás. Irremediablemente entrarás en el círculo de la comunidad Erasmus, que está muy bien, de acuerdo, sobre todo para los momentos necesito-una-fiesta-o-me-pego-un-tiro, pero a largo plazo creo que lo mejor es irse uno solo, a la aventura, y tratar de conocer nativos (suena muy aborigen, ¿verdad?) e inmiscuirse en toda una cultura y un país, y olvidar durante cuatro, seis u ocho meses que eres español. Claro que todo esto depende de la forma de ser de cada uno. Aquellos que gusten de pasar tiempo a solas en una playa seguirán solos, ni con Erasmus ni con españoles ni con nativos, y el que necesite estar en el centro del huracán buscará ese huracán, esa marea de gente y no le importará nacionalidad, raza ni lengua. Que, digo yo, es en definitiva el espíritu Erasmus. Ahora sí, el próximo día: acabo de llegar, ¿y?

domingo, 4 de julio de 2010

Alojamiento


Antes de llegar a un país desconocido, es conveniente saber dónde vas a pasar los mejores meses de tu vida. Lo más cómodo y fiable para encontrar una cama en condiciones es preguntar en tu propia uni o a alguien que ya haya estado en tu destino Erasmus. Si preguntas en Relaciones Internacionales de tu facultad o Universidad, pueden ponerte en contacto con estudiantes de otros años que os recomendarán esta residencia o la otra casa. También es fácil encontrar alojamiento a través de la web de la Universidad a la que vais a estudiar. En mi caso (Swansea, Gales) fui a vivir a una casa cinco minutos de la universidad. Compartía casa con dos españolas (aunque prácticamente no las conocía), un húngaro y una alemana. Las ventajas de una casa son el espacio(después de todo, cada uno cuenta con la privacidad de su dormitorio), la comodidad de las zonas comunes, no molestas a nadie, puedes hacer fiestas, quedar con amigos... Como veis, yo me quedo con una casa antes que con la habitación de cualquier residencia.
Claro que una residencia tiene otras ventajas: vivirás rodeado de muchísima más gente, te será más fácil conocer nativos (a no ser que se trate de unas de las miles de residencias erasmusiles que hay) y practicar el idioma, que se supone es de lo que se trata. Mi consejo sería que encontraras alojamiento en una casa junto a nativos u otros erasmus que no sean españoles.
El próximo día, qué hacer nada más llegar ;)

Jose