Dicen que cuando eres Erasmus, lo eres de por vida. Que el espíritu viajero te invade, que fue el mejor año de tu vida. Que te casarás con tu novia erasmus, que volverás a tu ciudad y que lo pasarás muy muy mal recordando todos los pequeños momentos que conformaron ese año. Espero que este blog te sirva de alguna ayuda. Mi erasmus fue ASÍ

jueves, 14 de octubre de 2010

Pechugas en salsa de roquefort

Una receta sencillísima que he perfeccionado a base de práctica. Atentos, es tan fácil que asusta.

Necesitamos
-Unas pechugas de pollo sin filetear o fileteadas, al gusto
-Queso Roquefort/azul/verde/que huela a podrido
-Nata para cocinar
-Cebolla
-Brandy/Coñac/Alcohol (vamos, estudiantes, no os costará haceros con un chorrito)
-Aceite de oliva y sal

Se hace tal que asín
  1. Salamos la carne (cortada en trozacos con unas tijeras o fileteada) por ambos lados y la freímos muy, muy poquito en la sartén con aceite. Lo justo para que se quede marcada por fuera y cruda por dentro y retiramos.
  2. Picamos media cebolla o una si es pequeña, muy picada, o en juliana, según lo delicado que sea cada uno. La freímos, esto es, la doramos y dejamos que se poche. Para que esto salga bien y no se queme ¡consejo! un chorrito de agua con el aceite.
  3. Añadimos nata, bastante, que cubra toda la cebolla y ponemos el fuego flojito. Cortamos un trozo de queso azul/roquefort, como unos 50-70 gramos, aunque esto depende del gusto también. Recomiendo empezar con un poquito, diluirlo en la nata e ir añadiendo queso hasta alcanzar el sabor óptimo. Cuando el queso se ha diluido en la nata, es decir, cuando todo parece una salsa uniforme, le ponemos un chorro de coñac y la sal.
  4. Una vez tenemos la salsa, hay dos opciones: 1) Triturar (por lo de la cebolla) y que quede algo más espesa y sin tropezones; 2)No triturar (era obvio) y aprovechar la deliciosa textura suave de la cebolla en nata.
  5. Ya es el momento de añadir la carne y cubrirla bajo la salsa (por eso decía que hay que ser generosos con la nata). Tapamos la sartén/olla y dejamos que dé un buen hervor a fuego lento. La carne queda así muy, muy jugosa. A los 10-15 minutos de cocer la carne en la salsa, está lista. Se le puede poner pimienta (liga muy bien con la nata), y a comer!!!

La salsa está deliciosa para mojar sopas, así que estate bien aprovisionado de pan. Si acompañas estas pechugas con una ensalada, queda una comida de alucine; si la ensalada lleva pequeños trocitos de roquefort, ya es la quinta muerte gastronómica.
¡Que aproveche!






pd: esta receta es absolutamente mía  :D   y bien orgulloso que estoy de ella

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